La final de la Europa League 2025 nos dejó una pregunta incómoda para los amantes del fútbol de toque y dominio territorial: ¿sirve realmente la posesión si no se traduce en ocasiones claras y goles?
El Tottenham levantó el trofeo con apenas un 29% del balón. Manchester United, por el contrario, monopolizó el juego, pero terminó el partido sin premio. ¿Fue esto una excepción o una tendencia creciente?
Posesión sin profundidad: el mal moderno
El United intentó imponer su estilo desde el primer minuto. Laterales proyectados, centrocampistas circulando, extremos cerrando por dentro. Tuvieron el control, sí, pero control del balón ¿ Y del juego ?
- 71% de posesión
- Más de 600 pases completados
- Cero goles
El Tottenham, en cambio, apostó por lo simple: cerrar espacios, resistir en bloque medio y lanzar transiciones verticales. Y cuando llegó la oportunidad, provocó el error decisivo.
¿Posesión o control?
Durante años, se ha confundido tener la pelota con controlar el partido. Pero partidos como esta final evidencian que el control real muchas veces es territorial, emocional o incluso psicológico.
La posesión no es un fin en sí misma. Es una herramienta. Y como toda herramienta, puede ser mal utilizada.
El valor del bloque medio: Tottenham como ejemplo
Postecoglou abandonó momentáneamente su tradicional estilo proactivo. En lugar de presionar alto, optó por un bloque medio bien organizado, que evitó la ruptura entre líneas. Un ejemplo de fútbol adaptado a la ocasión.

Ventajas de este planteamiento:
- Ahorro físico para resistir los 90 minutos
- Mayor densidad en zonas clave (zona 14)
- Transiciones más directas tras robo
¿Deberíamos repensar la posesión como métrica de éxito?
En los últimos años, equipos como el Atlético de Simeone, el Real Madrid de Ancelotti o incluso el propio Leicester campeón de Premier han demostrado que la posesión puede ser innecesaria si se domina la ejecución de otros momentos del juego: defensa organizada, transición ofensiva, balón parado. La final de Bilbao refuerza esa tendencia.
Datos vs. contexto
Aquí entra un tema que también merece un análisis profundo: el uso de datos en el fútbol.
- ¿Qué valor tiene un 70% de posesión si el rival está cómodo?
- ¿Sirve tener 15 tiros si 12 son desde fuera del área sin peligro?
- ¿Cuánto pesan las emociones y la lectura del partido?
Cada dato necesita un contexto táctico que lo explique. Y cada contexto necesita una lectura humana.
Conclusión: ¿hacia un nuevo equilibrio?
El fútbol de élite actual parece moverse hacia un equilibrio entre fases del juego: no basta con dominar una. El Tottenham no dominó la pelota, pero sí controló los espacios, el ritmo emocional del partido y la eficacia en las áreas.
Quizá la pregunta no sea si la posesión sirve, sino cuándo y cómo usarla.
¿Qué viene después?
En los próximos artículos de Back to the Net, analizaremos:
- Los principios de un bloque medio exitoso
- Cómo preparar un equipo para transitar con peligro
- El rol de los “defensores ofensivos” en los sistemas modernos
Porque el fútbol no se resume en tener el balón… se resume en saber qué hacer cuando lo tienes, y más aún, cuando no lo tienes.